La soledad prolongada como resultado de la sensación de falta de compañía o debido a la pérdida involuntaria de conexiones sociales, deteriora la calidad de vida y aumenta el riesgo de padecer enfermedades físicas y mentales. La pandemia de COVID-19 exacerbó la soledad no deseada, convirtiéndola en un problema global que afecta a personas de todos los grupos de edad, pero especialmente a las personas mayores.
Según los datos del Instituto de Estadística de Cataluña (Idescat), más de 200.000 personas residen en hogares unipersonales. Entre ellos, las personas mayores son la mayoría, representando el 43% del total. Los datos son claros: uno de cada cuatro barceloneses mayores de 65 años vive solo, y esta proporción aumenta al 28.9% entre los mayores de 70 años, llegando casi al 40% entre los mayores de 90 años.
Muchas personas mayores se sienten solas porque han perdido a la pareja u otras personas queridas. Su soledad se agrava cuando experimentan dificultades en cuanto a la movilidad, porque chocan con barreras arquitectónicas que les impiden salir de casa y relacionarse. Para acabar con su aislamiento, se impulsó a nivel comunitario el programa «Baixem al Carrer» que ofrece a las personas mayores la posibilidad de salir de casa y recuperar la vida social por medio del voluntariado local.
Un programa para el bienestar de la tercera edad
«Baixem al Carrer» nació en el barrio de Poble Sec en 2009 como una iniciativa de la Coordinadora d’Entitats de Poble Sec y con el apoyo de la Agencia de Salud Pública de Barcelona. Surgió para ayudar a las personas mayores que habían reducido o perdido el contacto con el entorno al vivir en edificios sin ascensor. Una situación que en los barrios más empobrecidos sigue siendo habitual. Hoy por hoy, casi una cuarta parte (23,4%) de las fincas de más de cuatro pisos en Barcelona sigue sin tener ascensor.
El programa de salud está dirigido a personas mayores de 65 años y trata de acompañarlos y asistirlos para que puedan salir a la calle con regularidad. Se realiza gracias a un entregado equipo de voluntarios y profesionales sanitarios que realizan las bajadas mediante el uso de una silla salva escaleras. Desde 2023, el servicio está operativo en todos los barrios de Barcelona y puede solicitarse también en Palma de Mallorca gracias a la colaboración de la Cruz Roja.
En Poble-sec y Font de la Guatlla, el servicio se ofrece de lunes a domingo y se puede contactar directamente con su entidad desde baixemalcarrer@poblesec.org. Para el resto de la ciudad, el servicio lo coordina Cruz Roja y puede solicitarse de lunes a viernes, entre las 9:00 y las 17:00 h, contactando con el Equipo de Atención Primaria de Salud de cada zona. La periodicidad de las salidas es semanal y su duración es de entre 2 y 4 horas. El recorrido y la duración se pacta libremente con cada voluntario.
Este año «Baixem al Carrer» cumple quince años en funcionamiento. En este tiempo, ha atendido y mejorado la vida de miles de nuestros mayores. A escala comunitaria su impacto es notable, genera redes de cuidado, mejora la relación vecinal y la participación ciudadana e intergeneracional.
Se integra con otras iniciativas solidarias como el Proyecto Radars o Amics de la Gent Gran, y realiza encuentros grupales en casales para promover actividades de mantenimiento físico y cognitivo. Baixem al Carrer Poble Sec organiza también los talleres de costura «Les Cosidores«. Talleres semanales abiertos también a los vecinos y vecinas del barrio para que puedan charlar y compartir un buen rato con sus mayores mientras cosen. Todas estas actividades fomentan la participación ciudadana y evitan el aislamiento.
Sin embargo, el número de voluntarios y de usuarios totales inscritos sigue siendo escaso en muchos distritos. Los barrios con la mayor proporción de gente mayor viviendo sola son la Barceloneta (21,3%), el Born (19,4%) y la Vila de Gràcia (17,9%) y ninguno llega apenas a diez usuarios activos mensuales. Son barrios donde abundan edificios altos y estrechos sin espacio para poder instalar un ascensor.
La ciudad de Barcelona tiene varios retos por delante. Empezando por repensar la vivienda y la urbanización en los próximos años. Dejando atrás las construcciones de pisos unipersonales a precios prohibitivos para invertir en infraestructuras adaptadas a una población cada vez más anciana. Es el momento de activar planes de concienciación para una cultura de la senectud autónoma, activa y saludable. Habilitando espacios públicos para sociabilizar alejados del foco turístico, invasivo y privatizador. Sigamos luchando por una ciudad donde podamos envejecer dignamente.
Todos sentimos la angustia de estar atrapados en casa sin poder salir durante el período de confinamiento de 2020. Muchas personas mayores siguen viviendo con esa sensación a diario, solas y aisladas. Es un deber cuidar de ellas y con esta iniciativa hemos visto como vuelven las sonrisas a sus rostros. Sin apoyo mutuo y solidaridad ciudadana, no somos nada.
Si conoces a alguien que pudiera requerir el servicio no dudes en ponerte en contacto con el programa directamente en su página web. Igualmente, si deseas apuntarte como voluntario o conoces a alguien que pueda colaborar puedes hacerlo enviando un correo a baixemalcarrer@poblesec.org o contactando directamente al 615937319.