Un barrio gentrificado que resiste
La exposición “Recordar és resistir” intenta responder la pregunta “¿Qué es un barrio?” a través de los testimonios de los vecinos que han dejado entrar a la cámara en sus espacios privados. Son gente de diferentes contextos socioculturales, edades y experiencias personales. El objetivo es tratar de aproximarse a la singularidad del barrio a través de la particularidad de cada casa. La muestra se estrenó el pasado 5 de mayo en la Casa de la Barceloneta 1761.
La muestra toma el concepto del “souvenir”, un recuerdo pasajero basado en el cliché y la superficialidad, para jugar con la diversidad de maneras con las que podemos recordar y aproximarnos a un mismo espacio. Este proyecto de Contracultural, comisariado por Alba Sueiro, utiliza la perspectiva antropológica para reivindicar que el barrio no es una mera decisión administrativa sobre urbanismo delimitada por unos límites geográficos.
La Barceloneta, se convierte en un tejido de experiencias compartidas sobre las cuales es posible construir un sentimiento de pertenencia e identidad en un territorio donde los procesos globalizadores han derivado en problemáticas como la especulación inmobiliaria y el turismo masivo. De este modo, la recuperación de la memoria histórica a través de cada recuerdo personal se convierte en un acto de resistencia.
En la muestra saldrán vecinos como la poeta Carme Benavente, la portavoz de Comissió d’Habitatge, Pilar Aguilar, las escritoras de “Dones anònimes o dones amb nom” Carme Berga, Cesca Camps y Ana Chaler, el actor teatral Jaime González o Paco López, el inventor de la bandera de la Barceloneta.
El sueño del 92 y los procesos de gentrificación
La muestra se complementa con una pieza audiovisual sobre la Barceloneta. Con la vuelta del turismo de masas después de la pandemia, trata de rescatar y poner en valor la riqueza histórica y patrimonial de la Barceloneta; un barrio singular marcado por sus peculiaridades urbanísticas —algunas de las mismas fruto de la especulación o el abandono—, su aislamiento debido a la vía del tren, su feroz lucha obrera y vecinal, su cercanía con el mar y la importancia de sus movimientos solidarios y cooperativistas.
Asimismo, el tamaño de los quarts de casa —entre 26 y 35 metros cuadrados también juegan un papel importante ya que obligaban a hacer vida en la calle convirtiéndose en una de sus señas de identidad, pero también en un problema en la actualidad debido a que se relegan a usos turísticos. Contraponiendo este pasado con un presente complejo debido a los severos procesos de gentrificación y turistificación a los que está sometido desde el sueño Olímpico del 92, la muestra ofrece al espectador diferentes perspectivas sobre el barrio.
La pieza está dirigida por la periodista gallega Alba Sueiro, la dirección de fotografía es de Pol Montserrat y el montaje audiovisual está a cargo del peruano Gonzalo Hurtado. Este proyecto es el punto de partida para un largometraje documental sobre el barrio que está actualmente en desarrollo.
El Centre Cívic Trinitat Vella
El Centre Cívic Trinitat Vella consta de dos espacios: el Espai Foradada, ubicado en el carrer de la Foradada, 36; y el Espai Via Barcino, situado en el número 75 de la Via de Bàrcino (espacio que permanecerá cerrado por reformas). Ofrecen diversos talleres, actividades y ciclos culturales dirigidos a los vecinos y vecinas del barrio, los quintaforguins y quintaforguines, de todo Sant Andreu y de la ciudad de Barcelona.