Inicialmente previsto para finales de julio, este show era uno de los más esperados del Guitar BCN, pero valió la pena la espera.
Lianne La Havas, su primer álbum autoproducido
De gira mundial, Lianne La Havas hizo escala en Madrid y Barcelona para presentar su tercer álbum, salido en plena pandemia del COVID-19 (2020), titulado sencillamente «Lianne La Havas». Este último viene después de los aclamados «Your Love Big Enough?» (2012) y «Blood» (2015) nominado a un Grammy award.
El disco es especial para la artista al tratarse desu primera producción completamente autónoma. Incluye 11 temas (nueve originales y una notable versión de «Weird Fishes» de Radiohead), explora las diferentes etapas de una relación amorosa, y destaca particularmente por su madurez lírica y sus melodías de «neo-soul». «Este es mi primer álbum completamente autoproducido con mi propia banda. Todas las decisiones que se escuchan en este álbum fueron mías»: declaró la artista en su lanzamiento.
Una trayectoria escénica larga y fiel a su esencia
Lejos de los caminos trillados del mainstream, La Havas ha sabido navegar las turbulentas aguas de la industria musical sin perder un ápice de su esencia. Si bien ha coqueteado con lo comercial (véase su paso por estadios mastodónticos abriendo para Coldplay), es en la intimidad donde su arte realmente destaca más -basta con ver su sesión para NPR Tiny Desk para entenderlo.
Su propuesta donde el jazz más visceral se encuentra con el soul más crudo y un folk que bebe tanto de sus raíces caribeñas como del underground londinense, la ha convertido en una de las preferidas de la escena, y explica su programación en el prestigioso Guitar BCN Festival de este año. En directo, La Havas no interpreta canciones: las disecciona, las reinventa y hace que en cada concierto parezca que es la primera vez.
Unstoppable Lianne
Después de un julio agridulce que vio frustradas las expectativas de su público barcelonés debido a problemas de salud, Lianne La Havas regresó finalmente en una noche de octubre para un concierto más que esperado. Desde el principio, Lianne nos dejó claro que esta no sería una típica actuación. Acompañada únicamente por sus guitarras, transformó el Palau de la Música Catalana en un espacio íntimo, casi como si estuviéramos sentados con ella en el salón de su casa.
¿Problemas de sonido al inicio? Sí que los hubo, pero Lianne los superó con una elegancia y una humildad que solo aumentaron la cercanía con el público. La simplicidad de su propuesta, lejos de restar, lo amplificó todo. Cada rasgueo de guitarra, cada susurro y cada nota sostenida llenaron el Palau con una calidez que le es propia. Temas como Unstoppable y Green & Gold sonaron casi confesionales, como si estuviera compartiendo secretos con quienes estábamos allí. También hubo espacio para ese último álbum que no deja nadie indiferente: Courage, Paperthin y la tan esperada Bittersweet.
Sin embargo, cuando comenzaron las primeras notas de Little Prayer, -el cover de Aretha Franklin que le hizo particularmente famosa-, el público estalló en euforia, como si estuviera esperando ese momento desde el principio… que desde luego era mi caso. A medida que se iba acabando el concierto, y entre un agradecimiento y otro, la artista reveló la preparación de un cuarto álbum, sin dar muchos más detalles.
A veces, mientras la escuchaba, cerraba los ojos y me preguntaba cómo algo tan minimalista podía ser tan potente. Pero esa es la magia de Lianne La Havas: su capacidad para transformar lo sencillo en sublime, para hacer que un enorme auditorio se sienta como un refugio.